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martes, 27 de febrero de 2018


Cavidades anatómicas
Cavidad Torácica

Caso clínico:
Paciente del sexo masculino, con 57 años, víctima de trauma torácico, causado por arma blanca, ocurrido hace 19 años, se remitió a evaluación cardiológica con diagnóstico de hipertensión arterial. En la ocasión del trauma torácico, se En la ocasión del trauma torácico, se sometió a drenaje de hemotórax, hemopericardio y corrección quirúrgica de la laceración miocárdica. Actualmente, el paciente viene presentando disnea a los grandes esfuerzos, incomodidad abdominal y edema de miembros inferiores. Al examen físico, se presentaba en buen Al examen físico, se presentaba en buen estado general, eupnéico y con presión arterial (PA) de 140/90 mmHg. Al examen del pulso venoso yugular, se observó Al examen del pulso venoso yugular, se observó ingurgitamiento yugular con evidente onda v. La ausculta cardiaca reveló soplo sistólico más audible en el borde esternal izquierdo inferior, acentuado con la inspiración. El electrocardiograma demostró bloqueo completo de la rama derecha. En la radiografía de tórax, se observó En la radiografía de tórax, se observó aumento del índice cardiotorácico, pero sin evidencias de congestión pulmonar. El estudio en el ecocardiograma evidenció ruptura de los velos de la válvula tricúspide, con mala coaptación en la sístole, ocasionando regurgitación tricúspide masiva Las cámaras derechas presentaban gran dilatación, sin embargo con presión sistólica normal en arteria pulmonar (25 mmHg). La contractilidad del ventrículo La contractilidad del ventrículo derecho estaba levemente reducida al bidimensional, a pesar de la sobrecarga de volumen impuesta por la regurgitación valvular. Análisis a través del Análisis a través del strain, parámetro empleado en la evaluación de la función sistólica ventricular derecha, medido en el segmento basal de la pared libre del ventrículo derecho, evidenció valor del 15% (VN = 27 ± 6%), indicando disfunción sistólica de esta cámara.
CASO CLINICO PÉLVICO.


Se trata de una mujer de 28 años, soltera, con antecedentes de adenoidectomía, menarquía a los 13 años y fórmula menstrual de 6/29. Fecha de última regla hace 10 días. No presenta otros antecedentes de interés. Acude al servicio de Urgencias refiriendo cuadro de dolor abdominal bajo intermitente tipo cólico acompañado de cuadro diarreico y febrícula desde hace unos 8 días. El día de su ingreso el dolor se ha exacerbado, haciéndose continuo y localizado en fosa ilíaca derecha. La exploración física revela afectación moderada del estado general con palidez de piel y mucosas, abdomen depresible, pero doloroso a la palpación y Blumberg positivo. Presenta una temperatura axilar de 37,9 ºC y rectal de 38,6 ºC. La auscultación abdominal revela movimientos intestinales presentes, aunque disminuidos. La serie de abdomen agudo no reveló hallazgos significativos y la ecografía abdominal se informó como normal, salvo “dudoso” hallazgo de tumoración pélvica. Por dicho motivo se pidió ecografía ginecológica que reveló la presencia de dos formaciones quísticas bilaterales en ambos ovarios compatibles con quistes hemorrágicos sin líquido libre en Douglas. La paciente quedó ingresada en actitud expectante con tratamiento antiinflamatorio. Tras 24 horas, con la paciente estable, el cuadro de dolor no cede completamente por lo que se decide realización de laparoscopia quirúrgica confirmándose la presencia de dichos quistes bilaterales ováricos sin otros hallazgos patológicos y con apéndice normal. Se practicó quistectomía ovárica bilateral. La paciente fue dada de alta en 48 horas en buen estado general. El resultado anatomopatológico confirmó que se trataba de quistes lúteos hemorrágicos.


¿Qué síntomas producen?
En caso de producir síntomas, los más comunes son:
  • Ciclos irregulares
  • Dolor pélvico
  • Dolor durante la menstruación (dismenorrea)
  • Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia)
  • Nauseas, vómitos, tensión mamaria
  • Sensación de presión en la pelvis
  • Necesidad de orinar frecuentemente.
Existen dos tipos de quistes funcionales:
  • Quiste folicular: Si el folículo no se rompe a mitad de ciclo y no libera el óvulo, puede seguir creciendo, llenándose de líquido y dando lugar a un quiste folicular
  • Cuerpo lúteo hemorrágico: si tras liberar el óvulo, el cuerpo lúteo no cicatriza correctamente, se puede acumular sangre en su interior formando un quiste de contenido hemorrágico.
  • Quistes dermoides/teratomas: en su interior contienen tejidos muy variados como grasa, pelos, huesos, dientes…
  • Cistoadenomas: se originan de la superficie del ovario y en su interior contienen líquido seroso o moco.
¿Cómo se tratan?
El tratamiento de elección dependerá de las características del quiste (tamaño, tipo…), los síntomas que produzca, así como de las características de la paciente y su deseo.
  • Seguimiento: puede estar indicado en caso de quistes funcionales con poca clínica. Su ginecólogo establecerá el intervalo de seguimiento.
  • Tratamiento hormonal: puede estar  indicado en caso de quistes funcionales.
Craneal

Es el espacio en el que se localiza el cerebro el cual se alinea con las meninges y contiene el líquido cefalorraquídeo para amortiguar los golpes.

Esta cavidad está formada por ocho huesos craneales que se acoplan uno con el otro los cuales son: 

cuatro impares, el frontal, occipital, esfenoides y etmoides; y dos huesos pares, parietal y temporal.
 Lesiones de la cavidad medular o medula espinal:
Una lesión en la medula espinal o miolepatía, es una alteración que llega a provocar inmovilidad o sensibilidad.
Sus dos principales causas son:
Traumas: sucede en accidente de carro, caída, rotura de disco intervertebral.
Lesiones intramedulares

Enfermedades: como la espina bífida, poliomielitis, tumores etc.


Enfermedad de poliomielitis.
Cavidad Abdominal
Caso Clínico
Paciente femenino de 18 años de edad con antecedentes de rinoseptoplastia en el año 2005 y fundoplicatura tipo Nissen por hernia hiatal en abril de 2008. Inició su padecimiento actual cinco días antes de su ingreso con dolor abdominal tipo cólico en el mesogastrio con irradiación a flanco izquierdo, acompañado de distensión sin referir síntomas agregados. Acudió a otro hospital en donde se le atendió medicamente sin aliviar los síntomas por lo que decidió acudir a nuestra institución. La exploración física reveló lo siguiente: Signos vitales: tensión arterial 124/60 mm Hg, frecuencia cardíaca: 92 latidos por minuto frecuencia respiratoria: 20 por minuto y temperatura: 36 grados. En el examen físico las anormalidades encontradas fueron: actitud forzada, facies dolorosa, abdomen distendido con dolor y rebote generalizado, peristaltismo intenso y generalizado.
Análisis de laboratorio: hemoglobina 16.2 g/dL, hematocrito 47%, plaquetas 359 000 células/mm3 , leucocitos 8 700 células/mm3 (51/33), creatinina 0.66 mg/ dL, nitrógeno ureico 6.5 mg/dL, urea 13.9 mg/dL, sodio 142 mEq/L, potasio 3.32 mEq/L, cloro 109 mEq/L, bilirrubinas totales 0.29 mg/dL, aspartato aminotransferasa 29 U/L, alanina aminotransferasa 14.3 U/L, deshidrogenasa láctica 125 U/L.
Al ser valorada por nuestro equipo mostró una radiografía simple de abdomen, tomada en el hospital al cual había sido ingresada previamente, en donde se apreciaba una imagen sugestiva de material textil a nivel del cuadrante superior izquierdo. Ante la posibilidad de rotura de víscera hueca decidimos solicitar una radiografía de tórax en proyección posteroanterior que mostró asas de intestino delgado a nivel subdiafragmático sin aire libre. En la tomografía computada de abdomen con contraste encontramos una imagen sugestiva de un absceso subfrénico izquierdo con material quirúrgico en su interior.
Se decidió su intervención quirúrgica de manera inmediata mediante laparotomía exploradora realizando drenaje de colección subfrénica izquierda, lisis de adherencias, extracción del textiloma y lavado de la cavidad. Cursó hemodinámicamente estable y sin complicaciones durante el acto quirúrgico; iniciamos cobertura un tiempo de 4 días, posteriormente dieta blanda la cual toleró. Egresó a los 11 días.

CONCLUSIÓN
 El textiloma es una afección poco documentada en la literatura médica. El conocimiento de esta complicación médico-quirúrgica permitirá su pronta sospecha clínica, así como diagnóstico y tratamiento adecuados.

¿Qué es la cavidad abdominal?
Es una cavidad que se encuentra debajo de la región del tórax y también por encima de la cavidad pélvica. Esta cavidad está compuesta por las vísceras u órganos internos que pertenecen al  sistema digestivo que también son llamados el tracto gastrointestinal. En la cavidad abdominal se encuentra un líquido llamado líquido peritoneal que está presente para proteger dichos órganos. 






Los órganos que se encuentran en la cavidad abdominal son los siguientes:
·         Estómago
·         Hígado
·         Bazo
·         Vesícula Biliar
·         Intestino delgado e intestino grueso

Problemas que puede sufrir.
La cavidad abdominal puede llegar a sufrir de dolor abdominal o incluso de cáncer abdominal. El dolor abdominal puede ser causado por inflamación o también puede ser causado por el mal suministro de la sangre a los diversos órganos. Este dolor también puede ser provocado debido a problemas en el estómago como la apendicitis o la colitis.


Ahora bien, el cáncer abdominal puede encontrarse principalmente en el tejido que recubre la cavidad, y han descubierto que la principal causa de este cáncer es debido a la exposición a radiación. Los principales síntomas de este cáncer son;  falta de aliento, pérdida de peso, dolor en el área del abdomen, hinchazón del abdomen, tos que va acompañada de altas fiebres y también dolor en el pecho. El tratamiento para este cáncer suele ser casi lo mismo que el resto de cánceres como la quimioterapia o radioterapia y a veces la cirugía esto dependiendo de la etapa en que se encuentre el cáncer.












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